Escribe: Percy Takayama (*)
Haisai! El pisco, aguardiente peruano de más de 500 años de antiguedad producto de la destilación de uva quebranta también se suma a las celebraciones del 110 aniversario de la Inmigración Japonesa al Perú.El original producto es fruto de la creatividad del chef nikkei Yaquir Sato quien ha dado vida al pisco “Costanera Inquebrantable – Gold Edition” que ha incluido en su elaboración láminas de oro. Así como lo lee.
“En honor a tan importante celebración hemos diseñado un producto que lleva a la cultura nikkei por las rutas inquebrantables e inequívocas del pisco“, manifiesta a miles de kilómetros de distancia Yaquir quien hace unos años estuvo en el Hilton Tokyo Hotel donde tuvo a su cargo un Festival Gastronómico de Comida Peruana junto a los chef Hajime Kasuga y Diego Oka.
El hijo de Humberto Sato, uno de los creadores de la llamada “cocina nikkei“, destaca que “la existencia de la armonía con la naturaleza, su estrecha relación con ella forman parte de la infancia en los niños iqueños. La contemplación estética de los aromas y los sabores frutales es fruto de un entrenamiento tradicional. Así es como pueden llegar a un comportamiento correcto infundiendo a medida que pasa el tiempo, la inmersión en un mundo de tranquilidad, como es la sabiduría de un pisquero“.
En ese sentido, Yaquir considera que “el estrecho vínculo con la cultura japonesa se inició hace 110 años y con el pasar del tiempo tomo un reflejo incandescente, la nostalgia y la silente pasión crearon un puente sensorial entre ambos continentes. Pese a los fuertes contrastes durante los primeros años de la inmigración, la infancia de los niños nikkei siempre estuvo ligada a un comportamiento correcto y al respeto ilimitado con la naturaleza. Su carácter de adaptación a un ambiente modificado y el gran deseo de ellos por iniciar una nueva vida y convertir de ella una gran meta ha sido el mejor ejemplo a las siguientes generaciones la cual nos sentimos muy agradecidos por el enorme esfuerzo de adquirir parte de una estética a la sensibilidad y al comportamiento“.
Del mismo modo, el joven pero experimentado chef destaca que “el oro en ambas culturas es una representación de la fortuna desde muchos siglos atrás; para nosotros es un elemento antagónico a la riqueza, nos apela a un enlace inseparable entre el “antes” y “ahora” de ambas naciones“.
Preguntado por las características especiales del “Costanera Inquebrantable – Gold Edition“, Yaquir refiere que el cobre simboliza la nobleza de peruanos y japoneses recordando que desde hace más de un milenio se utilizó en diversas culturas para destilar perfumes y medicinas.
“Llegó al Perú con la conquista a mediados del siglo XVI y desde entonces alambiques de cobre extraen el espíritu de las uvas, de la tierra y de los hombres de la costa del Perú“, dijo.
ETIQUETADO ORIGINAL
En relación a la etiqueta que recubre parte de la superficie del exquisito recipiente, el chef sostiene que ha sido fabricado de cuprum o cobre, elemento ligado indisolublemente a la expresividad y refinamiento gustativo del pisco.
“Su romántico color permite admirar en alto relieve su marca Inquebrantable con el arte de la simplicidad, donde predomina el equilibrio humano, la tranquilidad y la armonía (…) El inmaculado envase fue una pieza fundamental. La estructura de su espacio tiene la rigurosa labor de contener y mantener viva toda el alma de las uvas, reposándolas y manteniendo su estética sin el acto de seguir fluyendo. Además su reflejo representa un momento transitorio y hasta el aire que pasa contorneado su silueta adquiere una tonalidad dorada reflejo de las láminas de oro de su interior“, agrega.
En el centro de la etiqueta reluce el sho, que es el arte de la caligrafía japonesa que se dispone a través de la forma, la belleza y la intensidad de su tinta.
El equilibrio de sus trazos deja un espacio abierto permitiendo a la luz atravesar al ritmo del aumento y disminución de sus líneas transmitiendo su contenido sin leerlo. Su posición se encuentra entre los extremos de la botella que simbolizan la metamorfosis entre la fertilidad y la muerte siendo el dirimente de un ciclo de vida y el interludio entre el final y el nuevo principio.
“Su composición reúne dos kanyis el SHU y el JI que nos conlleva a un significado intenso, de creador de la unión y la amistad entre personas. De ahí surgió la idea de darle un efecto visual oscuro y tan claro como la luz del oro (…) Sobre él se poza el cordón trenzado, que simboliza al hombre y a la mujer, a la vid y la madre tierra, al Perú y al Japón, la unión indivisible y la fidelidad entre ambas culturas más allá del tiempo“, refiere.
Otro de los detalles que no se ha dejado de lado es la caja del “Costanera Inquebrantable – Gold Edition” porque Yaquir la califica como “el hogar donde se replican las condiciones ideales para la conservación y pernoctan las emociones del pisco cuidadosamente reposado, la idea es que su evolución no se interrumpa y siga mejorando“.
Destaca también que “la forma y matices reflejan la antítesis de la ostentación y la contención de los sentidos. Posee características propias la cual se harán sentir en ese instante de su apertura. Durante su descanso y en medio de la oscuridad las láminas de oro absorberán las fuentes más débiles de luz, convirtiendo la sombra en un ambiente cálido y brilloso“.
De otro lado, Yaquir confiesa que para él elaborar y beber pisco es un arte. Consiste en un proceso riguroso en cuya elaboración artesanal lo conlleva a seguir una disciplina mental, un control físico y una sensibilidad ante lo estético.
“Saber beberlo es un acto ceremonial casi religioso que nos envanece compartirlo con ustedes con la finalidad que disfruten a plenitud la explosión sensorial en su moderada estructura“, precisa.
Finalmente, Yaquir recomienda cinco pasos a seguir para disfrutar del “Costanera Inquebrantable – Gold Edition” que según dice, debe conservarse en un ambiente fresco no expuesto a luz solar con temperatura no mayor a los 14 grados centígrados.
Paso 1 : Retirar cuidadosamente el corcho y dejar respirar el pisco por espacio de diez minutos.
Paso 2 : Vertir lentamente en fracciones de 250 cc en el decantador de cristal, en el debe dejarse en proceso de oxigenación por 30 minutos para que los alcoholes encerrados se liberen, los elementos expresivos de cepa, terruño, lenta destilación y largo reposo del pisco recreen el concepto.
Paso 3 : Servir en copas de cristal para vino tinto pues su gran superficie permite que el proceso de oxigenación continúe.
Paso 4 : Elegir la mejor compañía para compartir un momento supremo.
Paso 5 : Lo mejor luego de haber degustado una copa de este pisco con láminas de oro es salir a un espacio fresco a tomar el aire puro y meditar sobre asuntos trascendentes, tenemos mucho que agradecer al supremo.
EL DATO
Yaquir reveló que solo elaborarán 110 botellas del “Costanera Inquebrantable – Gold Edition”, serán pocos los privilegiados.
Fuente: Noticias Nippon
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